Por Jesús Albarracín
En Venezuela hacer cine es una actividad complicada. Sabemos que la realización
de un largometraje requiere de un gran talento humano, pero aparte de eso de un
presupuesto económico que dará un aliento para materializar la idea propuesta.
Por
lo tanto, en ASOVICINE nos dimos la tarea de emprender la aventura al principio
con el presupuesto de nuestros propios bolsillos, la ayuda de pequeños
empresarios y amistades que aportaron un granito de arena al proyecto HADOS.
Así durante largo tiempo rodamos 52 escenas de 76 y se nos fue acabando el presupuesto
por lo que decidimos intentar tocar las puertas del Centro Nacional de Cinematografía,
CNAC en búsqueda de apoyo.
Para
pretender nuestro objetivo se tuvo que
transitar por una diversidad de
taquillas burocráticas allá en Caracas. Desde 2015 hubo de registrase en el
SAPI por los derechos de autor del guión. Más tarde se ingresó en la plataforma
digital de SAPCINE del CNAC para explicarle con cifras demostrativas todos los
pasos exigidos en esa solicitud (más de 15 requisitos), pasando por las
solvencias tributarias de FONPROCINE, las fechas estimadas de rodaje, elencos,
escenografías y costos estimados escena por escena, etc., hasta su conclusión.

Finalmente
nunca recibimos una respuesta formal por parte del CNAC después de haber
cumplido y enviado a sus oficinas todos los requisitos y normas establecidas de “la modalidad
Terminación de Proyectos Cinematográficos”.
Aún
así, hemos seguido. Sabemos que la disposición de todo el grupo de trabajo no
se rinde con tal de alcanzar el objetivo de convertirla en película proyectable
en los circuitos de salas en el país.
Bajo el liderazgo de este trípode
creativo de Carlos Martínez, Jesús Albarracín y Carlos Molina, ahora estamos
apuntando hacia otras estrategias de tipo económicas para conseguir recursos y culminar
todo el trabajo de la producción HADOS.
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